- Exposición: Los rostros de Europa
- Arte académico y nuevos rumbos
La influencia de las academias europeas de bellas artes —que enseñaban principalmente los estilos romántico y neoclásico— predominó durante todo el siglo XIX en muchos países. El artista belga François-Joseph Navez fue discípulo de Jacques-Louis David, quien tuvo una gran influencia en la pintura académica del Salón de París a principios del siglo XIX. Navez llegó a ser el director de la Academia Real de Bellas Artes de Bruselas entre 1835 y 1862.
En Dinamarca, los jóvenes artistas comenzaron a recibir formación en pintura a partir de la década de 1830; mientras que, anteriormente, la Academia Danesa solamente ofrecía cursos de dibujo. Christoffer Wilhelm Eckersberg se unió a sus alumnos para pintar y colocó a sus modelos de manera que creasen pequeñas representaciones de situaciones cotidianas.
No obstante, también había artistas que trabajaban fuera del sistema académico o que, tras regresar a casa de sus viajes, tomaron sus propios rumbos artísticos. En Lituania, las escenas de género que representaban estilos de vida, tradiciones y costumbres fueron parte esencial del Romanticismo de Vilna. Kanutas Ruseckas fue un artista que estudió en París y en Roma y cuyo retrato de una chica humilde fue visto como símbolo del arte decimonónico en Lituania.