- Exposición: El Premio Sájarov, el Parlamento Europeo y los derechos humanos en el mundo
- La vida de Andréi Sájarov
Andréi Dmítrievich Sájarov nació el 21 de mayo de 1921 en Moscú. Creció en una familia de científicos y estudió física en la Universidad Estatal de Moscú. Tras la Segunda Guerra Mundial, trabajó en un laboratorio centrado en el desarrollo de armas nucleares. Sájarov desempeñó un papel principal en el desarrollo de la primera bomba termonuclear de la Unión Soviética, que fue objeto de un ensayo nuclear en agosto de 1953. Como ciudadano soviético modelo, fue galardonado con el Premio Lenin en 1950 y fue el miembro más joven de la Academia de Ciencias de la URSS.
Considerado el «padre de la bomba H soviética», Sájarov fue homenajeado por el régimen comunista por su contribución a la energía nuclear de la Unión Soviética. Sin embargo, Sájarov estaba cada vez más preocupado por el creciente número de ensayos nucleares y comenzó un viaje introspectivo que acabó por llevarle a la disidencia. En un principio se comprometió en contra de la carrera de armamentos, pero pronto empezó a dedicarse plenamente a la defensa de los derechos humanos y las libertades, convirtiéndose en uno de los principales intelectuales disidentes de la Unión Soviética.
En 1968, Sájarov publicó en secreto su ensayo «Reflexiones sobre el progreso, la coexistencia pacífica y la libertad intelectual», que abogaba por la profundización de una estrategia de coexistencia pacífica entre los Estados Unidos y la Unión Soviética. También defendió públicamente a los presos políticos y, en 1970, fundó una comisión para los derechos humanos y la defensa de las víctimas de los juicios políticos. Sus opiniones le valieron medidas cada vez más represivas por parte del régimen soviético, y fue víctima de violentos ataques por parte de la prensa.
Sájarov fue galardonado con el Premio Nobel de la Paz en 1975; como tenía prohibido salir de la Unión Soviética fue su esposa, Elena Bonner, quien recibió el premio en Oslo en nombre de su marido. En 1980 fue despojado de todos sus títulos honoríficos y condenado a arresto domiciliario hasta 1986. Pero, a medida que la glásnost iba moderando la política del Gobierno, las posturas hacia él se fueron relajando y acabó siendo elegido para el Presídium de la Academia de Ciencias y, en 1989, para el Congreso de los Diputados del Pueblo de la Unión Soviética. Murió en Moscú ese mismo año, el 14 de diciembre, a los 68 años.